Avileña Negra Ibérica

Procede del tronco negro ibérico y tiene su origen en las zonas montañosas del centro peninsular. Es una raza muy rústica que se adapta bien al medio y por esto ha ido ocupando zonas que otras razas no pueden aprovechar. Además posee una buena capacidad traccionadora.

El sistema de explotación característico es el extensivo. Hoy en día se sigue realizando trashumancia para aprovechar los pastos de montaña de junio a noviembre, y las dehesas de diciembre a mayo.

Basa su rentabilidad y eficacia en el equilibrio entre la rusticidad para el aprovechamiento de pastos en medios disgenésicos con el objetivo de tener un ternero por vaca y año, y las buenas producciones carniceras en cuanto a calidad y rendimiento. Es por tanto una raza de aptitud cárnica.

A nivel reproductivo destaca la elevada fertilidad, la buena aptitud maternal de las hembras y la no presencia de partos distócicos, sin olvidar que las vacas avileñas producen un ternero en poco más de un año (405 días). Se pratcica la monta natural y la distribución suele ser de 35-40 vacas por semental.

Los productos comerciales tipo son el ternero, el añojo y el novillo.

La raza Avileña Negra Ibérica está representada por animales bien proporcionados, de tamaño medio y perfil de recto a subcóncavo. La coloración de su capa es negra uniforme admitiéndose degradaciones centrífugas y, en el caso de la variedad bociblanca, el color blanco a modo de orla alrededor de la boca.

Los cuernos pueden ser de color negro pizarroso o aceitunado, o bien blanco con puntas de color negro. En las hembras está admitido el descornado artificial previa declaración.

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